EL MAR MUERTO

Es bien cierto que este lago no destaca por la belleza de sus entornos pues junto a él no hay vida, no hay naturaleza ni seres vivos en sus orillas ni en su interior a excepción de Artemias, pequeño crustáceo de no más de un centímetro, pero su encanto recae en sus aguas, aguas esmeraldas sobre las que se podría andar si se fuese lo suficientemente ligero coma para no romper la tensión de su superficie y que permite sentarse en ellas sin necesidad de tocar el fondo.

Ahora si, no os dejéis engañar por este mar ya que es traicionero. Sus calmas aguas invitan a tumbarse sobre ellas y hasta dormitear, en ese momento la leve corriente que agita el agua te va alejando de la orilla y si cuando te quieres dar cuenta estás muy lejos, tu vida corre un serio peligro. Como ya he dicho nadar es imposible y agota hasta la extenuación moverse dentro, esto, sumado a las altas temperaturas que se alcanzan en la zona son factores de alto riesgo. Así que precaución y a disfrutar de este singular lugar.