LARGO CAMINO TE RESTA

El ángel del Señor regresó y, tocándolo, le dijo: «Levántate y come, porque te espera un largo viaje.» Elías se levantó, y comió y bebió. Una vez fortalecido por aquella comida, viajó cuarenta días y cuarenta noches hasta que llegó a Horeb, el monte de Dios. 1 Reyes 19:7-8
Hay momentos de nuestras vidas que sentimos desfallecer, que quizá no podremos mudar el siguiente paso. Cuando otros dependen de ti, de tu fortaleza... Otros cuentan con que estarás ahí para ellos, como los hijos, que esperan que haremos nuestro mejor esfuerzo para impulsarlos hacia adelante.
Es entonces más difícil cuando llegan tiempos de desaliento y decaimiento a nuestras vidas. Suelen venir acompañados de debilidad física además de emocional y durante estos tiempos, tenemos la sensación de que Dios está en silencio.
Elías conocía del poder de Dios, pero de repente se vio amedrentado a causa de Jezabel y sus amenazas. Cuando nos resta camino, cuando aún no hemos terminado el proyecto de Dios, nos dirá estás mismas palabras : «Levántate y come, porque largo camino te resta.» La provisión de fortaleza y ánimo vendrá sobre nuestra vida de manera sobrenatural. Aunque lleguemos a desear la muerte el "pan del cielo" y "agua de la que salta para vida eterna", nos harán recuperar las fuerzas. Si volvemos a quedarnos dormidos, Dios nos volverá a levantar y alentar para que sigamos adelante. El camino no va a ser más fácil, pero sus planes y propósitos hemos de llevarlos a cabo.
Si estás desalentado este día recibe esta palabra, que se fortalezca tu alma, que se sane tu cuerpo, que tu espíritu sea empoderado para andar lo que te resta y pelear la buena batalla de la fe.